Después de un largo viaje, fuimos
recibidos con gran calidez, al salir del aeropuerto, nuestras familias
anfitrionas nos dieron un gran aplauso que hicieron que nuestros ojos se llenen de lágrimas de emoción. Los estudiantes y profesoras acompañantes
fuimos con nuestras familias a un merecido descanso. El domingo fue un día de
conocer y disfrutar junto a nuestras familias para irnos adaptando a la nueva
cultura.
El Lunes, en la mañana, las profesoras llegamos temprano al colegio Robert-Havemann,
observamos como nuestros estudiantes llegaban muy contentos junto a sus
hermanos y hermanas, algunos en bus, otros en bicicleta, otros con sus padres y
otros caminando; pudimos observar en sus rostros mucha alegría por esta nueva experiencia
pedagógica que estaba por comenzar.
Muy apresuradamente los alumnos se nos
acercaron y nos contaban: ¨Frau, mi cuarto es muy lindo, mis papas son muy
buenas gentes, ayer me pasé súper
chévere, mi papá ronca muy fuere y muchas cosas más¨, nos dieron la señal que
todo esta bien.
A las 11h30 el rector del colegio Robert-Havemann,
nos dió la bienvenida, disfrutamos de un rico desayuno y después de comer cosas
deliciosas, los alumnos regresaron a clases.
En clases
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