Les vamos a contar una experiencia bastante
angustiante del inicio de nuestro intercambio con una compañera.
Era
lunes 3 de septiembre, al medio día cuando llegamos a Frankfurt en el vuelo desde
Panamá, estábamos haciendo los trámites de migración a punto de entrar
Alemania, se podía sentir la felicidad de cada uno de nosotros, cuando de
repente hubo un imprevisto que dejo a todos boquiabiertos, Silvana dijo que
tengamos todos el pasaporte en la mano para acelerar el proceso, pero una de
nuestras compañeras no lograba encontrarlo por ninguna parte, al principio
tomamos con calma la situación, ayudándola a buscarlo, transcurrían los minutos
y no aparecía, nos empezamos a preocupar
pero no podíamos hacer nada por ella, así que Silvana tomó la decisión de
traernos al resto de nosotros al albergue juvenil y ella quedarse ayudándola,
por nuestro lado todos estábamos muy preocupados por ella, porque pensábamos que
tenía que regresarse a Ecuador, pasaban las horas y nada; todavía no teníamos
noticias, por otro lado nuestra compañera nos cuenta que estaba muy asustada,
recibió una llamada del Consulado donde le afirmaban que tenía que regresarse a
Ecuador, pero Silvana no lo iba a aceptar, ella le había prometido sacarla de
ahí ese mismo día y traerla con nosotros cueste lo que cueste, entonces eso la tranquilizó.
Ya era de noche
y en el albergue y todo seguía igual, lo único que teníamos de ella eran sus
maletas, nos preguntábamos ¿volvería con
nosotros?, hasta que finalmente a las 23:00 vimos un auto llegar en el que se
bajan Silvana y nuestra tan esperaba compañera, en ese momento sentimos un
alivio inexplicable, Silvana había cumplido su promesa.
Amanda Zúñiga, Valentina Andrade, María Inés León
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